Las tipologías constructivas son varias. El modelo más antiguo se fundamenta en edificaciones alargadas, de escasa altura, cubiertas de cuelmo. Son las más primitivas, emparentadas directamente con las de la época astur; sin chimenea, con un portón y casi sin ventanucos.
También hay algunas casas más herrerianas, de pizarra azul, sin balconada, a veces con alguna hilada de ladrillo. Son obras del siglo XX, adaptadas aquí a la influencia de modelos meseteños. No se pueden olvidar, lamentablemente, innovaciones paupérrimas: Las escuelas construídas allá por los años 40 ó 50, o las casas de algún emigrante que quiso marcar aires de triunfo y destruyó la primitiva de piedra para suplantarla por otra alta y con colores chillones y estridentes.
El conjunto de viviendas es interesante
pero tienen los días contados. Actualmente, cada vez quedan menos pobladores y, una a una, las techumbres y las casas ya empiezan a derrumbarse.
Adaptación del artículo Paraíso de pizarras y urces de Tomás Álvarez
No hay comentarios:
Publicar un comentario